lunes, 7 de junio de 2010

Confirmación... finalmente

Ya puedo decirlo: yo he elegido este camino porque yo quiero.
Ahora soy oficialmente "un soldado" que defiende su religión y mi deidad.

Todo un año de preparación (otros dicen que fue un año y medio) valió la pena. Todo comenzó hace un año, casi exactamente, donde recibimos charlas... oh si....
Al principio me parecieron un poco aburridas, a quién no [soy una tasa... una tetera...] pero más tarde la cosa se complicó con la llegada d la porcina (oh yeah, vacaciones) que tuvo sus lados positivos y negativos. Retomando, las charlas se volvieron un poc
o más interesantes, era como recordar las clases de religión de Inmaculado y las del SM que poco presté atención.

Luego de ya tanta charla, se vino el primer segundo retiro. Duró 2 noches y 3 días pero fue... EL retiro... Sry por no poder explicarlo a más detalles... pero si estuvieron en mi prom y fueron, entenderían.

Luego del retiro, más charlas hasta al término del año.
Genial, vacaciones!....... Aguanta... hay trabajo de apostolado....
¿En qué consistía? Hacer obra social en uno de los días que te habían programado en las vacaciones. Nada extraordinario si lo comparabas con las obras sociales bimentrales triimentrales mensuales del colegio.
Bueno... comienza mi último año escolar. Se acerca "el día de confirma". Ahora tocan los padrinos... Tuvimos una charla y un último retiro de una noche. Luego se asomó la charla con padrinos. Anteriormente hubo una charla con padres, pero no me pareció tan relevante como esta charla. Los padrinos son vitales en la confirmación, son como tu guía y modelo a seguir.

Luego, ya no quedaba nada...

Jueves antes del Sacramento: la Ceremonia de la Luz. Esto nos hizo pensar en la felicidad y la presencia de Jesús y nuestros momentos de luz/oscuridad.

Finalmente... la Ceremonia del Sacramento. Me se
ntía preparadísimo. La ceremonia pasó para mi como un abrir y cerrar de ojos, pero en el momento de la unción del óleo, se me ha quedado grabado en la mente cuando el obispo me coge la cara y con su pulgar me hace una cruz.

Simplemente, tras todo esto, me siento fielmente un católico.
La larga preparación valió la pena. Este fue un momento de luz.


0 comentarios: